Cuando vayas a dibujar un personaje, una escena, o de la misma manera, cuando vayas a sacar fotografías, grabar un vídeo o producir una escena visual. La composición te va a ayudar a contar, de una manera más convincente y atractiva una historia. Es como si le hablaras al espectador y le dijeras: ¡Eh! Mira, esto es lo que me llamó la atención y te voy a guiar a lo largo de la composición para contarte una historia muy interesante que se centra en este motivo o personaje.
La composición puede engrandecer tu dibujo o puede cargárselo por completo, así de claro. Pero si te sabes algunas nociones básicas de composición puedes hacer que tu historia capte más la atención y absorba por completo al espectador.
A continuación te voy a nombrar algunas técnicas que te ayudarán con la composición de tu imagen. Las mismas técnicas que se aplican a las fotografías aquí mostradas se pueden utilizar para tus dibujos.
La composición ayuda a guiar la mirada del espectador a lo largo de una imagen y responde a una cuestión importante: Qué es lo que quieres contar.
Por tanto, para empezar a trabajar la composición lo primero que debes hacer es responder a esta pregunta, y de paso añádele unos adjetivos, ¿Cómo lo quieres contar? Por ejemplo: Quieres contar una historia de pasión sugerente a través de un baile de Tango o quieres contar una historia triste decadente. Hacerte estas preguntas te hará reflexionar sobre cómo deseas que tu composición resulte. A continuación te muestro algunas técnicas que te ayudarán con esta tarea.
Esta técnica está ampliamente utilizada, y para empezar, es la que te va a ayudar a situar inmediatamente tu personaje o motivo a dibujar donde tú quieres. Imagínate que el cuadro, lienzo o imagen que vayas a utilizar está dividido en una cuadrícula de 3x3. Esto lo consigues trazando dos líneas verticales y dos líneas horizontales equidistantes entre sí en tu lienzo.
La regla de los tercios indica que deberías situar tu motivo principal a dibujar en una de estas líneas, o mejor aún en los puntos donde se cruzan. ¿Por qué? Pues por dos motivos principalmente, el primero, por el interés de nuestra mirada, según los estudios que han proporcionado esta teoría, solemos mirar en zonas que se encuentran a tercios de una imagen. En concreto, nuestra vista suele dirigirse principalmente a dos tercios hacia la parte superior de una imagen. La segunda, por el tema del equilibrio de una imagen, esta regla ayuda a que la composición de nuestra imagen se mantenga equilibrada. De equilibrio precisamente hablamos a continuación. Los puntos donde se cruzan estas líneas y que, por lo general, captan más nuestra atención, se llaman los puntos de interés.
Fotografía: teja wiguna
Al situar nuestro personaje o motivo de interés en una de las secciones de la regla de los tercios, debemos tener en cuenta el equilibrio. Imagínate que el motivo principal que vas a dibujar tiene peso, ¡Y pesa lo suyo! Porque es lo que queremos mostrar y queremos que sea lo más importante y tenga el mayor peso de la imagen. Pero si sólo te centras en él, solo piensas en él y es lo único que muestras... pasará lo siguiente:
Tenemos que poner más peso en la zona opuesta de la imagen que queda vacía de manera que el cuadro no pese demasiado de un solo lado, quede torcido y pase lo que acabamos de ver.
¡Mucho mejor! También puedes colocar tu personaje en el medio horizontal de la imagen, pero intenta que su altura se sitúe en una de las líneas horizontales y el cuadro se mantendrá firme también.
Fíjate como en la siguiente imagen el peso de la bicicleta situada a la derecha, se mantiene equilibrado gracias a la caseta de vigilancia situada a la izquierda. El poste junto a la bicicleta le ayuda a dar una sensación más sólida y pesada.
Ya que sabes un poco más sobre donde situar a nuestro personaje o motivo principal de la historia y donde colocar los demás elementos para que se equilibre la composición, ahora vas a guiar la mirada del espectador para que recorra tu dibujo hasta llegar a donde está situado tu personaje principal, es como recorrer un entramado de argumentos hasta llegar a la historia principal, lo que quieres contar. Imagínate que tu mirada llega a un cuadro, un dibujo, una fotografía, lo que sea; El problema, es que se encuentra como quien llega a un país desconocido, y que es lo primero que hace uno cuando pisa terreno desconocido? Preguntar dónde está el baño, ó! buscarse un mapa o ir al google maps del móvil para saber dónde tiene que ir, pues con las líneas de guía pasa lo mismo, es como un mapa que ofreces a la mirada del espectador para saber dónde tiene que ir para llegar a lo que te interesa contar.
Las líneas de guía, al igual que la regla de los tercios la componen líneas imaginarias que se crean a partir de los elementos de tu escena. Sobre esto me extenderé en un tutorial porque lo merece ya que es bastante extenso, pero básicamente, utiliza los elementos de tu dibujo, cuadro o fotografía, para que las líneas, tonos, formas y demás características que lo componen orienten la visión del espectador a un punto en concreto, tu motivo principal. Fíjate en los siguientes ejemplos:
Ahhhh… la maravilla del color. El color es como el género de tu historia, ¿Es un drama?, ¿Una comedia?, ¿Una obra de suspense? El color ofrece el tono de la imagen y predispone a tu audiencia a sentir emociones que pueden ser de alegría, tristeza, tensión, dependiendo de la gama cromática que escojas. Utiliza el color sabiamente y tu audiencia gritará ¡Quiero más! Incluso el Blanco y Negro, son colores acromáticos que usados a conciencia ofrecen composiciones magnificas que mantienen los ojos pegados a la obra.
Utiliza la combinación de colores de la rueda cromática para guiarte y ofrecer al público el máximo drama, la alegría, las risas, o el suspense que se merecen.
Si quieres saber más sobre la combinación de colores puedes descargarte el eBook de Trazarte que te explicará los fundamentos necesarios para poder combinar correctamente tus colores.
Fotografía: Ali Usman Wahyu Hidayat Cuadro: Daroca, Antonio Mingote
Fuente:machoarts.com Cuadro: Hiep Nguyen Hoang, Vietnam
Ya decía yo que nos faltaba algo.. ¡El fondo! Ese gran desconocido que muchas veces nos olvidamos, pobrecito siempre se queda atrás. Bueno después de haber perdido ya un par de lectores con mis juegos de palabra cutres... colocas tus personajes, has escogido el color y sabes utilizar las líneas de guía. Ahora puedes usar el fondo de tu dibujo o imagen para ayudarte a obtener una composición más sólida. ¿Para qué se puede utilizar el fondo? Te muestro unos ejemplos:
Los fondos de un color homogéneo, con elementos desenfocados o tonos más oscuros hacen que tu personaje o motivo a dibujar, con más brillo, nítido y enfocado destaque y resalte más. Esto también es cierto a la viceversa, es decir, oscureciendo a tu personaje y aclarando el fondo.
Los elementos del fondo se pueden utilizar para guiar y dirigir la mirada del espectador.
Al mismo tiempo que pueden servir para dar sensación de movimiento.
O para encuadrar la imagen, utiliza los elementos del fondo para encuadrar a tu personaje. En el ejemplo del cuadro de la coronación de Napoleón puedes ver como las columnas enmarcan al personaje siendo coronado.
¿Vas a subestimar el fondo la siguiente vez que dibujes o tomes una fotografía?
La sensación de profundidad puede aportar mucho a tu dibujo. Permite que tu dibujo sea más tridimensional. Para ello, utiliza el 3D, pero en este caso las 3 Distancias, la distancia cercana, media y lejana.
Puedes crear la sensación de profundidad en tu dibujo situando objetos que estén cerca, a media distancia y en el fondo. Puedes también superponer un objeto a otro, como tapándolo, o puedes superponerlo al fondo, esto también crea sensación de profundidad.
Ya te he contado unos cuantos truquillos para hacer buenas composiciones, hay mucho más que ver pero con estos primeros pasos tienes mucho camino avanzado. Recuerda que lo que te he comentado no son reglas sino técnicas, y no son reglas porque se puede hacer justo todo lo contrario a lo mencionado anteriormente y te salen unos dibujos impresionantes, pero eso lo suelen conseguir artistas que ya se conocen estas técnicas y para ello no confían en la suerte, sino en saber estas técnicas y de manera consciente saben cómo variarlas a su gusto y color.
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